viernes, 10 de enero de 2014

Introducción. Como he llegado a matricularme en un curso de Piloto de ULM

En este blog voy a tratar de describiros mis sensaciones en la nueva aventura que voy a iniciar: obtener el título de piloto y aprender a volar. Por una parte quiero que sirva de ayuda para aquellos que se están planteando entrar en este fascinante mundo y por otra compartir con mis amigos las emociones, alegrías, y supongo que también algún miedo y alguna frustración.

¿Por qué aprender a volar?

Hace ya más de 26 años que me subí por primera vez a un avión. fue un vuelo charter a Canarias en un Boeing  de LTU. Unos días después entré en la cabina de un CN 235 de Binter Canarias y me fascinó: quería ser piloto.

Más adelante volé por primera vez en avioneta (Cessna 152) y si me había fascinado un pequeño bimotor comercial, las sensaciones que experimenté en una pequeña avioneta fueron indescriptibles. Empecé a buscar la manera de poder ser piloto y en esa época prácticamente había sólo dos maneras: piloto militar (donde no cumplía los requisitos médicos) o piloto comercial en la extinta ENA (Escuela Nacional de Aeronáutica) con un coste cercano a los 10.000.000 de pesetas. Caída en barrena a la dura realidad, no iba a poder dedicarme profesionalmente a pilotar.

¿Por qué volar en un ULM?

Pero la realidad no iba a poder con la fascinación por el mundo de la aviación y durante todos estos años no he perdido ninguna oportunidad de leer, ver vídeos o películas de aviación y sobre todo volar virtualmente. Así llegó otra de las fechas clave en mi camino hasta aprender a volar. 2 de Septiembre de 2009: mi mujer me regala un vuelo de iniciación en el Real Aeroclub de Valencia. Eso significa salir en avioneta y pilotarla, con un instructor a tu lado obviamente. Fue realmente una auténtica gozada. Esto me hizo pensar seriamente en obtener una licencia de piloto privado, pero volvíamos al mismo problema: el poderoso caballero. Es realmente muy caro un curso de PPL y tan o más caro mantenerla.

Seguimos igual que estábamos, pero en Febrero de 2011 voy a coincidir con Vicente Madariaga, quien me invita a realizar un vuelo en ultraligero. He de decir que hasta este punto los ultraligeros no habían llamado nunca mi atención, siempre los consideré una serie de hierros tubulares unidos a un ala delta y con un enorme ventilador adosado. ¡Qué equivocado estaba! Con Vicente vuelo en un ULM de 3ª generación, y descubro un fascinante mundo con múltiples opciones y mucho más económico que una avioneta convencional, empiezo a ver una luz al final del túnel.

Hace unos meses y con el indispensable apoyo de mi mujer decidí dar el gran salto y tomamos la decisión de buscar una escuela de vuelo para sacarme la licencia. Y esto es lo que os contaré a partir de ahora.

Agradecimientos

No puedo dejar de acordarme de mi tía Charo, con quien volé por primera vez en avión y quien me consiguió un hueco para volar por primera vez en una avioneta. Indirectamente ella fue la artífice de mi gran afición.

En las últimas semanas he tenido una gran apoyo en Vicente, quien me adentró en el mundo del ULM, y que me ha ayudado desinteresadamente  en la búsqueda de una escuela idónea. Muchas gracias.

Y por supuesto a mi mujer, a quien va dedicado el título de este blog, y así es: Quien bien te quiere te hará volar. Sin su apoyo no estaría apenas a un paso de conseguir un sueño. Había que visualizarlo y tu me has ayudado a hacerlo. Te quiero.

2 comentarios:

  1. Debo acordarme de aquella vez que volamos juntos, en todos los sentidos, fue un vuelo inolvidable. Espero que todo te salga bien.
    Saludos desde Aarhus ;-)

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    1. Claro que me acuerdo Jose, y tan inolvidable..a mí me cambió la vida!! Habría que volver no?

      Un abrazo

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