En la anterior lección , y marcado porun fuerte viento racheado tuvimos
una primera toma de contacto con el patrón de tráfico. La primavera se nos viene encima y he podido
disfrutar de unas excepcionales condiciones de vuelo para realizar mi primer
despegue completo sin ayuda del instructor y, en una segunda sesión mi primer
aterrizaje. Un poco brusco, todo hay que decirlo.
La mañana del Sábado prometía: sol
radiante, 20º y un tenue viento que iba y venía. Después de los rutinarios, e
imprescindibles, chequeos de rigor encaramos la pista 33 (léase tres, tres),
motor a fondo, rotación y al aire…..compenso con pie derecho la enorme fuerza
de la nueva hélice y ya estamos a 1.200 pies para iniciar el patrón de tráfico.
Una vez nivelado el avión me pongo a pensar…..y le pregunto al instructor si ha
hecho algo durante el despegue y me dice que no, ¡Mi primer despegue sin
ayuda! ¡Emocionado!
Vuelta a la normalidad, y a seguir con
el patrón de aproximación. Básicamente es estabilizar el avión a 1.200 pies,
virar a izquierda, volver a virar a izquierda y volar paralelo a la pista a
favor de viento, para después de pasarla por completo, volver a hacer dos
virajes a la izquierda, alinearse con la pista y comenzar la senda de
aproximación. La instrucción se va a centrar en hacer estos ejercicios durante
varias sesiones, y es que los puntos más críticos para volar son el despegue y
el aterrizaje, así que hay que insistir, insistir e insistir. Es como si a la
hora de sacarnos el carnet de conducir repitiéramos la maniobra de adelantamiento
continuamente.
Una vez en el viraje final para
alinearse con la pista cambiamos un concepto que hasta ahora ha sido básico:
siempre alabeamos (viramos) acompañando con el pie el alabeo para que sea
compensado, recordando que con los pies controlamos el timón de cola. Ahora
debemos de independizar cada acción y ¡ahí está el problema! Con el pie tenemos
que centrar el morro del avión sobre el eje de la pista, y con el mando de
control centrar el avión sobre la pista. Todo esto sin perder de vista la
velocidad del avión, la senda de planeo, el control de gases, etc. Todo hay que
controlarlo constantemente: complicado, intenso, estresante y por supuesto ¡divertido!
Repetimos el patrón varias veces con intensa actividad del instructor en el
tramo final, porque se me va todo el ciclo al carajo. Tomamos levemente tierra para meter gas a tope
y volver a despegar.
Al día siguiente la climatología aún
es mejor, 26º, atardecer, viento flojo…..pero el viento viene hoy del mar por
lo que por primera vez los despegues y aterrizajes los haremos sobre la pista
15 (uno, cinco), después de 7 clases y casi 6 horas de vuelo, la verdad es que
siendo igual es diferente. Encaramos la pista, gas a tope y al aire. Después de
despegar y nivelar a 1.200 pies, viraje a izquierda, nuevo viraje. Paralelos a
la pista continuamos con el patrón de aproximación, pero se me va la olla y con
media tarea hecha, me voy a hacerlo sobre la pista equivocada….¡qué mala es la
rutina!
Volvemos a centrarnos y toca
perfeccionar los conceptos, como cada día incorporamos uno, el de hoy será la
recogida: es el momento en que estamos a punto de tomar tierra y hay que
estabilizar el avión para no darnos de morro y que sean las ruedas centrales
las que tomen tierra. Una vez hecha la toma, gas y al aire para repetir. Noto
que voy tomándole el punto a la senda de aproximación, aunque no del todo a la
alineación con la pista. Hacemos hasta cuatro tomas y despegues perfilando detalles. Última rutina del día y
me tocará aterrizar a mí sin ayuda. Nervioso, concentrado, viviendo con intensidad
cada momento. La senda perfecta, dando un punto de gas justo en el momento
oportuno, en la alineación sigo necesitando ayuda.
La pista se va acercando, ya la
tenemos justo debajo, recogida, y….un poquito brusca la toma, tenía que haber
sido más intensa la recogida. Nueva tarea a perfeccionar el próximo día. En
apenas 7 horas de vuelo, voy notando los progresos, ¡qué bonito es volar!
Horas totales de vuelo: 6 h. 44 min.