La
experiencia de ayer sin duda fue intensa, dura, estresante y también emocionante,
enriquecedora y muy satisfactoria. Llegaba al campo de vuelo con cielo gris y
nubes muy altas y sin apenas viento en la manga. Mientras esperaba que el
instructor terminara la clase anterior a la mía se levantó un viento fuerte y
racheado totalmente cruzado sobre la pista, tanto que el resto de aviones ni
siquiera salieron del hangar.
Antes de
comenzar el vuelo hacemos un briefing previo y es que casi sin darme cuenta he
terminado la primera fase de la instrucción en vuelo. Ayer empezábamos la
segunda. En la primera fase hemos practicado virajes, ascensos, descensos, uso
de la brújula, más virajes, vuelo lento, entradas en pérdida, y algún que otro
viraje. En la segunda parte nos centraremos en los tráficos, aproximaciones y
aterrizajes. Por lo tanto, en el briefing, revisamos el patrón de tráfico del
campo de vuelo, y las acciones a realizar para completarlo.
La teoría está muy
bien, pero fuera hace un viento de cojones. Arrancamos, y en los checklist
previos al vuelo con el avión parado y en tierra el viento nos mueve una
barbaridad. El anemómetro (cuenta kilómetros) por el efecto del viento indica
velocidades de entre 20 y 30 kms/hora…….¡¡parados!! El inicio del despegue es
movido, el viento cruzado nos viene por la izquierda y el avión tiende a irse a
la derecha, dejamos de tocar el suelo y el bofetón es bestial, rápidamente
tenemos que compensar el viento con alabeos de izquierda y el viento sigue
empujando. Tomamos una altura de unos 500 pies sobre el suelo (1.200 pies) y
viramos contra el aire. A partir de aquí enlazamos un viraje con otro y
encontramos unas fuertes rachas que nos dan empujones como si estuviéramos en
un concierto de ska-p. Viraje de 180º y vuelta al campo para iniciar el patrón
de aproximación. Viento en cola y relativamente relajados.
¡¡Empieza el
baile!! Viramos para volar en paralelo a la pista y con todo el viento cruzado
y fortísimo. Imaginaos conducir por una carretera recta y por el efecto del
viento avanzáis rectos, pero con el coche mirando a la cuneta……pues eso en el
aire; avanzamos pero con el morro totalmente cruzado en un ángulo de 45 º
respecto al rumbo. Las rachas llegan hasta los 50 kms/hora e iniciamos la primera
aproximación. Encaramos rumbo a la pista, pero con el morro hacia el viento.
Las compensaciones en los mandos que exige el viento son tremendas, conforme
nos vamos acercando a tierra son mucho más intensas, tocamos pista y de nuevo
al aire: nuevo bofetón del viento. Repetimos patrón, ahora el viento es más
fuerte y vamos mucho más cruzados durante la segunda aproximación. Casi tocando
tierra hay una racha que nos pone mirando el morro a los hangares, nueva toma y
al aire de nuevo. Repetimos circuito y se nota el cansancio producido por el
estrés, la aproximación final se hace aún más dura, yo me centro en los mandos
y el instructor en los gases, senda descendiente y el avión totalmente cruzado
respecto a la pista. En el tramo final el instructor toma el control y tomamos
tierra con un gran vaivén. Al soltar la mano de los mandos la tengo totalmente
dolorida debido a la fuerza con la que me he agarrado.
El instructor
me felicita, bien es cierto que en muchos momentos ha tenido que tomar los
mandos, pero creo que hoy he dado un paso importante en mi formación y es que
he respondido anticipándome a muchos de los movimientos: las situaciones
complicadas te exigen dar lo mejor de ti mismo y a veces nos sorprendemos de hasta dónde somos capaces de llegar. A pesar de algunos momentos de
tensión, he saboreado cada empujón, cada salto y cada racha de viento. ¡Volar
te hace libre!
Horas Totales de Vuelo: 4 h. 55 min.
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