sábado, 2 de mayo de 2015

Travesía

Después de la emoción del primer vuelo solo, toca completar los requisitos mínimos para poder examinarse, que son completar hasta un mínimo de tres horas en solitario y 20 tomas y despegues, incluyendo realizar una travesía a otro campo de vuelo. En el segundo vuelo solo desaparece la ansiedad del primer día y lo vives más. Paladeas  y disfrutas cada segundo, cada viraje, cada toma…..pero claro no paras de hacer tomas y despegues y lo que quieres es VOLAR, y eso está a punto de llegar.




Antes de realizar la travesía hay que preparar la ruta. El día anterior revisamos la meteo: a primera hora de la mañana estará todo más tranquilo, así que saldremos después de amanecer y estar de vuelta cuando empiece a subir la temperatura y haya más turbulencias. Con el mapa en la mano establecemos la ruta y los puntos de paso. Anotamos los rumbos y el tiempo entre cada punto para que en vuelo comprobemos que todo está siguiendo lo planificado, también tomamos nota de las frecuencias, así como de los aeródromos alternativos. Estudiamos la carta operacional de nuestro destino, en este caso el aeródromo del Grao de Castellón, que tiene una larga pista de asfalto, por lo que será un poco diferente a la acostumbrada y mullida hierba de nuestro campo.

El despertador suena temprano, muy temprano. Con las primeras luces del día sacamos los aviones del hangar y realizamos las inspecciones prevuelo. Iremos dos aviones, en uno iré yo que tengo que hacer la travesía en solitario y en el otro el instructor que llevará las comunicaciones. Despegamos y ponemos rumbo a Puzol, nuestro primer punto de paso. El día está tranquilo, con algunas nubes justo encima de la Sierra Calderona que nos enseña una bonita y bucólica vista. Cambio de rumbo hacia el Puerto de Sagunto y sobrevolamos la costa. Es precioso volar sobre la línea de costa: playas, puertos, desembocaduras de ríos….Vamos tomando nota de cada punto de ruta y todo va ok. Una breve bruma a lo lejos se va despejando y empiezan a verse a lo lejos las instalaciones de la refinaría que nos anuncia que estamos llegando al destino. Nos incorporamos al circuito de tráfico sobrevolando el mar y viramos a base izquierda, no hay ningún tráfico en la zona y la actividad paracaidista aún no ha empezado. La pista es larga, larguísima, y por la cabecera 18 no hay ningún obstáculo. Viraje a final y empezamos la aproximación. La toma en asfalto es más dura que la acostumbrada y la salida a la plataforma está al final de la pista, hay que recorrerla toda para salir. Tiempo de un café y a pensar en la vuelta.




Como no hay viento, el despegue lo vamos a hacer en la cabecera 36. Pista, palmeras, playa y mar, ¡¡que lujo de aeródromo!!. La vuelta es tranquila y se disfruta muchísimo. Algunas correcciones para no ir demasiado alto, seguimos la línea de costa y cuando se ve el Puerto de Sagunto hay que estar atento para virar al pasillo de entrada a nuestro campo. La visibilidad es muy limpia y distinguimos la base de helicópteros de Betera, nos acercamos más a la sierra para no estar tan cerca y ya se reconoce al fondo las referencias que nos indican que el campo está al frente. Descendemos a 1.500 pies y sobrevolamos la vertical para confirmar que la pista en servicio es la 15. Nos incorporamos al circuito de tráfico descendiendo a 1.200 pies y a buscar la aproximación. Toma asegurada y casi 2 horas de VOLAR y disfrutar. Con esto completo 3h. 55 min. de vuelo en solitario con 22 tomas y despegues, más de lo que pide la normativa. La próxima vez que vuele solo será porque tendré la Licencia en el bolsillo.

La fecha del examen se acerca y nos toca prepararlo a conciencia.










Horas totales de vuelo: 39 h. 19 min

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