lunes, 17 de marzo de 2014

Despegues y aterrizajes

En la anterior lección, y marcado porun fuerte viento racheado tuvimos una primera toma de contacto con el patrón de tráfico.  La primavera se nos viene encima y he podido disfrutar de unas excepcionales condiciones de vuelo para realizar mi primer despegue completo sin ayuda del instructor y, en una segunda sesión mi primer aterrizaje. Un poco brusco, todo hay que decirlo.


La mañana del Sábado prometía: sol radiante, 20º y un tenue viento que iba y venía. Después de los rutinarios, e imprescindibles, chequeos de rigor encaramos la pista 33 (léase tres, tres), motor a fondo, rotación y al aire…..compenso con pie derecho la enorme fuerza de la nueva hélice y ya estamos a 1.200 pies para iniciar el patrón de tráfico. Una vez nivelado el avión me pongo a pensar…..y le pregunto al instructor si ha hecho algo durante el despegue y me dice que no, ¡Mi primer despegue sin ayuda!  ¡Emocionado!


Vuelta a la normalidad, y a seguir con el patrón de aproximación. Básicamente es estabilizar el avión a 1.200 pies, virar a izquierda, volver a virar a izquierda y volar paralelo a la pista a favor de viento, para después de pasarla por completo, volver a hacer dos virajes a la izquierda, alinearse con la pista y comenzar la senda de aproximación. La instrucción se va a centrar en hacer estos ejercicios durante varias sesiones, y es que los puntos más críticos para volar son el despegue y el aterrizaje, así que hay que insistir, insistir e insistir. Es como si a la hora de sacarnos el carnet de conducir repitiéramos la maniobra de adelantamiento continuamente.


Una vez en el viraje final para alinearse con la pista cambiamos un concepto que hasta ahora ha sido básico: siempre alabeamos (viramos) acompañando con el pie el alabeo para que sea compensado, recordando que con los pies controlamos el timón de cola. Ahora debemos de independizar cada acción y ¡ahí está el problema! Con el pie tenemos que centrar el morro del avión sobre el eje de la pista, y con el mando de control centrar el avión sobre la pista. Todo esto sin perder de vista la velocidad del avión, la senda de planeo, el control de gases, etc. Todo hay que controlarlo constantemente: complicado, intenso, estresante y por supuesto ¡divertido! Repetimos el patrón varias veces con intensa actividad del instructor en el tramo final, porque se me va todo el ciclo al carajo.  Tomamos levemente tierra para meter gas a tope y volver a despegar.


Al día siguiente la climatología aún es mejor, 26º, atardecer, viento flojo…..pero el viento viene hoy del mar por lo que por primera vez los despegues y aterrizajes los haremos sobre la pista 15 (uno, cinco), después de 7 clases y casi 6 horas de vuelo, la verdad es que siendo igual es diferente. Encaramos la pista, gas a tope y al aire. Después de despegar y nivelar a 1.200 pies, viraje a izquierda, nuevo viraje. Paralelos a la pista continuamos con el patrón de aproximación, pero se me va la olla y con media tarea hecha, me voy a hacerlo sobre la pista equivocada….¡qué mala es la rutina!



Volvemos a centrarnos y toca perfeccionar los conceptos, como cada día incorporamos uno, el de hoy será la recogida: es el momento en que estamos a punto de tomar tierra y hay que estabilizar el avión para no darnos de morro y que sean las ruedas centrales las que tomen tierra. Una vez hecha la toma, gas y al aire para repetir. Noto que voy tomándole el punto a la senda de aproximación, aunque no del todo a la alineación con la pista. Hacemos hasta cuatro tomas y despegues  perfilando detalles. Última rutina del día y me tocará aterrizar a mí sin ayuda. Nervioso, concentrado, viviendo con intensidad cada momento. La senda perfecta, dando un punto de gas justo en el momento oportuno, en la alineación sigo necesitando ayuda.


La pista se va acercando, ya la tenemos justo debajo, recogida, y….un poquito brusca la toma, tenía que haber sido más intensa la recogida. Nueva tarea a perfeccionar el próximo día. En apenas 7 horas de vuelo, voy notando los progresos, ¡qué bonito es volar!


Horas totales de vuelo: 6 h. 44 min.

domingo, 2 de marzo de 2014

Viento cruzado y racheado.



               La experiencia de ayer sin duda fue intensa, dura, estresante y también emocionante, enriquecedora y muy satisfactoria. Llegaba al campo de vuelo con cielo gris y nubes muy altas y sin apenas viento en la manga. Mientras esperaba que el instructor terminara la clase anterior a la mía se levantó un viento fuerte y racheado totalmente cruzado sobre la pista, tanto que el resto de aviones ni siquiera salieron del hangar.



Antes de comenzar el vuelo hacemos un briefing previo y es que casi sin darme cuenta he terminado la primera fase de la instrucción en vuelo. Ayer empezábamos la segunda. En la primera fase hemos practicado virajes, ascensos, descensos, uso de la brújula, más virajes, vuelo lento, entradas en pérdida, y algún que otro viraje. En la segunda parte nos centraremos en los tráficos, aproximaciones y aterrizajes. Por lo tanto, en el briefing, revisamos el patrón de tráfico del campo de vuelo, y las acciones a realizar para completarlo. 







La teoría está muy bien, pero fuera hace un viento de cojones. Arrancamos, y en los checklist previos al vuelo con el avión parado y en tierra el viento nos mueve una barbaridad. El anemómetro (cuenta kilómetros) por el efecto del viento indica velocidades de entre 20 y 30 kms/hora…….¡¡parados!! El inicio del despegue es movido, el viento cruzado nos viene por la izquierda y el avión tiende a irse a la derecha, dejamos de tocar el suelo y el bofetón es bestial, rápidamente tenemos que compensar el viento con alabeos de izquierda y el viento sigue empujando. Tomamos una altura de unos 500 pies sobre el suelo (1.200 pies) y viramos contra el aire. A partir de aquí enlazamos un viraje con otro y encontramos unas fuertes rachas que nos dan empujones como si estuviéramos en un concierto de ska-p. Viraje de 180º y vuelta al campo para iniciar el patrón de aproximación. Viento en cola y relativamente relajados.



¡¡Empieza el baile!! Viramos para volar en paralelo a la pista y con todo el viento cruzado y fortísimo. Imaginaos conducir por una carretera recta y por el efecto del viento avanzáis rectos, pero con el coche mirando a la cuneta……pues eso en el aire; avanzamos pero con el morro totalmente cruzado en un ángulo de 45 º respecto al rumbo. Las rachas llegan hasta los 50 kms/hora e iniciamos la primera aproximación. Encaramos rumbo a la pista, pero con el morro hacia el viento. Las compensaciones en los mandos que exige el viento son tremendas, conforme nos vamos acercando a tierra son mucho más intensas, tocamos pista y de nuevo al aire: nuevo bofetón del viento. Repetimos patrón, ahora el viento es más fuerte y vamos mucho más cruzados durante la segunda aproximación. Casi tocando tierra hay una racha que nos pone mirando el morro a los hangares, nueva toma y al aire de nuevo. Repetimos circuito y se nota el cansancio producido por el estrés, la aproximación final se hace aún más dura, yo me centro en los mandos y el instructor en los gases, senda descendiente y el avión totalmente cruzado respecto a la pista. En el tramo final el instructor toma el control y tomamos tierra con un gran vaivén. Al soltar la mano de los mandos la tengo totalmente dolorida debido a la fuerza con la que me he agarrado.






El instructor me felicita, bien es cierto que en muchos momentos ha tenido que tomar los mandos, pero creo que hoy he dado un paso importante en mi formación y es que he respondido anticipándome a muchos de los movimientos: las situaciones complicadas te exigen dar lo mejor de ti mismo y a veces nos sorprendemos de hasta dónde somos capaces de llegar. A pesar de algunos momentos de tensión, he saboreado cada empujón, cada salto y cada racha de viento. ¡Volar te hace libre!


Horas Totales de Vuelo: 4 h. 55 min.