domingo, 19 de abril de 2015

¡¡Y llegó la suelta!!




             Tras unas semanas convulsas, tanto en la meteo, como en las noticias llegadas desde la administración, ahora toca intensificar las clases prácticas de cara a un examen que se ha vuelto importantísimo; modo presión: ON. Resumiendo escuetamente, la última semana de Febrero nos hemos encontrado una nueva normativa que regula la titulación de ULM. Al margen de entrar en debates de lo bueno o malo de este RD, el hecho es que los que tenemos aprobado el examen teórico, tenemos un plazo de dos meses para aprobar el práctico…..o volver a examinarnos del teórico.

           Después del jarro de agua fría normativo vino el físico: y es que una meteorología nefasta nos ha dejado en tierra durante dos periodos de dos semanas cada uno para hacer realidad una de las frases lapidarias de este mundillo: “Más vale estar abajo deseando estar arriba, que arriba deseando estar abajo”. Así, la necesidad para recuperar el tiempo perdido ha obligado a intensificar las clases y aprovechar cada momento en el que se podía volar y se ha ido transformando en una mejora progresiva. Las tomas empiezan a ser correctas y las recogidas completas: cada vez veo más cercana la suelta. También incrementamos las tomas con el motor al ralentí simulando paradas de motor. El instructor me anuncia que tenemos que ir pensando en la suelta y me siento emocionado. Probablemente mañana llegue ese día que todos los aspirantes a piloto esperamos.

             Al día siguiente la meteo es perfecta, soleado y con apenas viento todo se pone a favor. No sé si fueron los nervios, quizás un poco de ansiedad, pero una vez que despegamos nada me sale bien. Toma tras toma voy a peor entrando en un bucle del que no soy capaz de salir. No, hoy no voy a conseguir la suelta. Lo peor de todo es que empiezo a ir como los cangrejos y voy empeorando cada minuto que paso volando. Encuentro una gran desconfianza en el momento previo a tocar tierra, muy dubitativo comienzo a cometer errores que ya estaban superados y el segundo parón por la meteo no ayuda nada.

         Una de las cosas que más se notan en la formación aeronáutica es la continuidad, cuando encadenas varios días volando vas notando la mejoría y, por tanto, la confianza se incrementa exponencialmente. Los días de Semana Santa ayudan a poder incrementar las clases y a superar los miedos. De nuevo voy tomando el tacto a las situaciones y a las sensaciones, de nuevo vuelvo a tomar el control. Ahora toca una nueva simulación a realizar: la espiral. Con suficiente altura nos posicionamos en la vertical de la pista y perpendiculares a ella. Una vez más, motor al ralentí y hay que ir bajando a la vez que viramos en un ángulo curvilíneo hasta tomar tierra. Dependiendo de lo cerrado o abierto del viraje nos obligará a resbalar mientras seguimos virando: ¡¡adrenalina va!! Tomamos decentemente y volvemos al circuito. Esta vez en viento en cola (paralelos a la pista, pero en el sentido contrario) y la altura de la cabecera hacemos media espiral, o lo que es lo mismo motor al ralentí y viraje de 180º para hacer otra toma. La clase termina por hoy. Mientras vamos carreteando para estacionar frente al hangar el instructor toma los mandos, cosa rara, y en lugar de ir al hangar, se para -¿Está preparado para volar solo? –Bueno, supongo que ¡¡sí!!

              La primera sensación cuando te ves sólo en la cabina es de……….……..¡¡pánico total!! Este hombre se ha vuelto loco, ¿cómo voy a volar ahora yo solo? Empiezo a carretear hacia la cabecera bastante nervioso, repasando mentalmente todo lo que debo hacer. Suspiro una vez…..dos….tres……esto abruma. Pienso que no va a estar tan loco como para dejarme solo si no está absolutamente seguro de que voy a hacerlo bien. Con todas estas cosas pasando por la cabeza llego a la cabecera. Empiezo los procedimientos y los voy cantando por la radio. Todo OK. Libre de tráfico, enfilo la pista y paro. Aquí estoy, a punto de volar por primera vez completamente sólo ¡¡La leche!!

              Muy concentrado empiezo a acelerar…..anemómetro vivo…..velocidad de rotación…..ARRIBA. Ufffff ¡joder que pasada! El nerviosismo se acaba y paso a un nivel de concentración total. Sigo elevándome, corrigiendo la desviación, pie derecho, pie derecho……Cuando quiero darme cuenta estoy ya a 1.300 pies, se nota que hay menos peso y sube mucho más rápido. Viraje a viento cruzado, todo bien. Viraje a viento en cola y trimo el avión. De nuevo se me va arriba, corrección. Viro a base derecha y enseguida viro a final. Motor fuera, anemómetro en arco blanco, full flap. La concentración es máxima. Un poco de motor antes de que se me venga abajo, las típicas pequeñas turbulencias de la pista 15, todo bajo control. Me acerco a la pista, toque de gas para sobrevolarla, voy quitando gases y recogiendo….TOMA CONSEGUIDA…..¡¡motor y al aire!! E S P E C T A C U L A R

               Me tiro una hora haciendo hasta siete tomas y despegues, tendré que hacer hasta tres horas de vuelo solo y un mínimo de 20 tomas y despegues. La concentración ha sido máxima y he ido mejorando en cada toma. La emoción no llega hasta que hago la toma final y carreteo hasta el hangar, que pasada. Felicitaciones, enhorabuenas y una frase que se repite:   ¡YA ERES PILOTO! 




Horas totales de vuelo: 34 horas 51 minutos