domingo, 22 de febrero de 2015

Maniobras de emergencia y primer viaje largo.



Mucho, demasiado, tiempo sin escribir pero no sin volar y vivir esta experiencia tan gratificante. Básicamente la instrucción ha seguido un patrón muy definido de tomas y despegues, en la que seguía fallando en la toma final y la recogida. En los últimos vuelos todo ha ido mejor e incluso hemos incorporado maniobras de emergencia. Si todo va bien, entre Abril y Mayo espero poder examinarme, siempre que antes haga mi suelta y mis primeras horas sólo.



Siempre me han explicado que ningún vuelo es igual a otro: la presión atmosférica, la densidad del aire, la dirección e intensidad del viento, la temperatura y tantos otros factores hacen imposible dos vuelos idénticos. Aun así, es inevitable entrar en una cierta monotonía y relajación cuando en las prácticas repites continuamente el patrón de tráfico para hacer las tomas y despegues inmediatos. Obviamente, todo esto se rompe cuando de repente un día el instructor te corta el gas en mitad del tramo con viento en cola y te dice: “No puedes tocar la palanca de gases y tienes que aterrizar el avión”. El chute de adrenalina te lleva de lleno a la realidad, y ahora…..¿qué hago? Lo primero es calmarte y lo segundo, buscar un sitio donde aterrizar, o al revés. En este caso el lugar idóneo es la pista del campo de vuelo. Procedemos a realizar un viraje a base izquierda mucho antes de lo habitual y otro giro para el tramo final. Busco la alineación con la pista…y ¡¡ya estoy encima!! Tocamos tierra y no ha estado nada mal. Una nueva experiencia, tensa y reconfortante si la haces bien, claro. Es mi primera maniobra de emergencia, en este caso simulábamos una parada de motor y, aunque es muy poco probable, te puede pasar. Hace unos días a un compañero se le caló el motor tras despegar de Castellón (el aeródromo del Grao, no el del Yayo) y pudo tomar tierra en un campo cercano sin percances.


Este tipo de maniobras las hemos ido incorporando a las prácticas de una manera más o menos recurrente, pero siempre inesperada. Las últimas clases prácticas han sido muy gratificantes, tal como me dijo el instructor después de la última, he dado un paso de gigante y estoy muy satisfecho. Tomas buenas acompañadas por fin de recogidas correctas. ¡¡Esto empieza a funcionar!!


Últimamente también he tenido tiempo de hacer otro tipo de vuelos y con otros aviones. Hace unas semanas pude disfrutar un magnifico vuelo por la sierrra en la zona de Alcublas, acompañado además de pruebas de entrada en pérdida y giros cerrados, disfrutando como un enano y rompiendo la monotonía. Pero la experiencia más intensa la tuve el pasado Jueves 19. Tuve la suerte de acompañar a mi instructor a por la nueva adquisición de la escuela: un flamante y precioso Tecnam P-96 Golf.




A las 5 de la mañana sonaba el despertador, había que salir a Manresa y combinar tren y coche para llegar al aeródromo de Plá de Bages. Pedro y Carles nos trataron como reyes y lo primero fue disfrutar de un breve vuelo de paseo para tomar  el aperitivo a otro campo cercano. La ida en un Aeroprakt A22 y a la vuelta cambio a un Tecnam P2002. Espectaculares ambos, cada uno en su estilo. Después de comer nos tocaba volar nuestro P96 camino a casa. Despegamos y ponemos rumbo Sureste para dejar la sierra de Montserrat y su inconfundible perfil a nuestra  izquierda, buscando el mar para seguir luego siempre por línea de costa. Las vistas son espectaculares y el Tecnam va de cine.



Pasamos Reus, Tarragona y disfrutamos de unas vistas privilegiadas del Delta del Ebro. Siempre por línea de costa pasamos Vinaroz. Peñíscola y su castillo aparecen espectaculares. Se nota la alta velocidad de crucero y un poco de viento que nos permite una GS de 200 Kms./h, porque ya estamos pasando el aeródromo de Castellón y en veinte minutos más estamos en nuestro campo de vuelo. Un par de horas que se disfrutan al 100 %. ¡Qué bonito es esto!







Horas totales de vuelo: 25 horas 27 minutos






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