Mucho,
demasiado, tiempo sin escribir pero no sin volar y vivir esta experiencia tan
gratificante. Básicamente la instrucción ha seguido un patrón muy definido de
tomas y despegues, en la que seguía fallando en la toma final y la recogida. En
los últimos vuelos todo ha ido mejor e incluso hemos incorporado maniobras de
emergencia. Si todo va bien, entre Abril y Mayo espero poder examinarme,
siempre que antes haga mi suelta y mis primeras horas sólo.
Siempre me han
explicado que ningún vuelo es igual a otro: la presión atmosférica, la densidad
del aire, la dirección e intensidad del viento, la temperatura y tantos otros
factores hacen imposible dos vuelos idénticos. Aun así, es inevitable entrar en
una cierta monotonía y relajación cuando en las prácticas repites continuamente
el patrón de tráfico para hacer las tomas y despegues inmediatos. Obviamente, todo esto se rompe cuando de repente un día el instructor te corta el gas en
mitad del tramo con viento en cola y te dice: “No puedes tocar la palanca de
gases y tienes que aterrizar el avión”. El chute de adrenalina te lleva de
lleno a la realidad, y ahora…..¿qué hago? Lo primero es calmarte y
lo segundo, buscar un sitio donde aterrizar, o al revés. En este caso el lugar
idóneo es la pista del campo de vuelo. Procedemos a realizar un viraje a base
izquierda mucho antes de lo habitual y otro giro para el tramo final. Busco la
alineación con la pista…y ¡¡ya estoy encima!! Tocamos tierra y no ha estado
nada mal. Una nueva experiencia, tensa y reconfortante si la haces bien, claro.
Es mi primera maniobra de emergencia, en este caso simulábamos una parada de
motor y, aunque es muy poco probable, te puede pasar. Hace unos días a un
compañero se le caló el motor tras despegar de Castellón (el aeródromo del Grao, no el del Yayo) y pudo tomar tierra en un campo cercano sin percances.
Este tipo de
maniobras las hemos ido incorporando a las prácticas de una manera más o menos
recurrente, pero siempre inesperada. Las últimas clases prácticas han sido muy
gratificantes, tal como me dijo el instructor después de la última, he dado un
paso de gigante y estoy muy satisfecho. Tomas buenas acompañadas por fin de
recogidas correctas. ¡¡Esto empieza a funcionar!!
Últimamente
también he tenido tiempo de hacer otro tipo de vuelos y con otros aviones. Hace
unas semanas pude disfrutar un magnifico vuelo por la sierrra en la zona de
Alcublas, acompañado además de pruebas de entrada en pérdida y giros cerrados,
disfrutando como un enano y rompiendo la monotonía. Pero la experiencia más
intensa la tuve el pasado Jueves 19. Tuve la suerte de acompañar a mi
instructor a por la nueva adquisición de la escuela: un flamante y precioso
Tecnam P-96 Golf.
A las 5 de la
mañana sonaba el despertador, había que salir a Manresa y combinar tren y coche
para llegar al aeródromo de Plá de Bages. Pedro y Carles nos trataron como
reyes y lo primero fue disfrutar de un breve vuelo de paseo para tomar el aperitivo a otro campo cercano. La ida en
un Aeroprakt A22 y a la vuelta cambio a un Tecnam P2002. Espectaculares ambos,
cada uno en su estilo. Después de comer nos tocaba volar nuestro P96 camino a
casa. Despegamos y ponemos rumbo Sureste para dejar la sierra de Montserrat y
su inconfundible perfil a nuestra izquierda, buscando el mar para seguir luego siempre por línea de costa. Las vistas son
espectaculares y el Tecnam va de cine.
Pasamos Reus,
Tarragona y disfrutamos de unas vistas privilegiadas del Delta del Ebro. Siempre
por línea de costa pasamos Vinaroz. Peñíscola y su castillo aparecen
espectaculares. Se nota la alta velocidad de crucero y un poco de viento que
nos permite una GS de 200 Kms./h, porque ya estamos pasando el aeródromo de
Castellón y en veinte minutos más estamos en nuestro campo de vuelo. Un par
de horas que se disfrutan al 100 %. ¡Qué bonito es esto!
Horas totales de vuelo: 25 horas 27 minutos
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